Biografía del 5º Keutsang Rimpoché
Memorias de un preso tibetano |
El 5º Keutsang Rimpoché, Jamphel Yeshi Thubten Chokey Nyima Monlam, nació en 1944 en el seno de una familia campesina, en un pequeño pueblo cercano al Monasterio de Samye (Tíbet). [Ver Keutsang Rimpoché]
Cuando apenas tenía dos años fue reconocido por el 5º Réting Rimpoché como reencarnación del 4º Keutsang Rimpoché (1), lama que había encabezado el grupo que encontró al tulku del XIII Dalai Lama (2).
El 5º Keutsang Rimpoché se incorporó en 1952 al Monasterio de Sera y en 1958 pudo entrevistarse con Su Santidad el XIV Dalai Lama en el palacio de verano. Sin embargo, sus estudios religiosos fueron interrumpidos al año siguiente, por efecto de la ocupación china. El 5º Keutsang Rimpoché intentó escapar a la India, pero no lo logró y volvió nuevamente al Monasterio de Sera. Acusado de ser un enemigo del Estado, en 1960 fue encarcelado y condenado a 20 años de prisión cuando contaba con 16 años. Tras cumplir la condena impuesta por las autoridades chinas, fue liberado en 1980.
Finalmente, el Keutsang Rimpoché logró llegar a la India y Su Santidad el XIV Dalai Lama le suministró la ayuda necesaria. También le animó a escribir su autobiografía, que refleja como fueron tratados los Rimpochés tibetanos en las cárceles chinas.
El libro ha sido titulado en español:
"Me complace saber que la autobiografía de Keutsang Rimpoché será publicada. Su relato constituirá un testimonio importante de un período trágico en la larga historia del pueblo tibetano._______________
Personalmente tuve una relación especial con Keutsang Rimpoché. Fue su predecesor quien encabezó la búsqueda para descubrirme e identificarme como el Decimocuarto Dalai Lama del Tíbet. También fue el asistente de debate del Decimotercer Dalai Lama además de mi maestro, verdaderamente amable.
Espero sinceramente que con sus memorias el mundo pueda conocer el estilo de vida tradicional en el Tíbet y la tragedia que se cernió sobre él. A pesar de la tragedia continuada y del sufrimiento todavía presente, el espíritu de los tibetanos como queda plasmado en la historia de Keutsang Rimpoché, permanece firme e inagotable".